Inclusión Escolar
La Inclusión Educativa, de acuerdo a lo señalado por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), es un proceso orientado a garantizar el derecho a una educación de calidad a todos los y las estudiantes en igualdad de condiciones, prestando especial atención a quienes están en situación de mayor exclusión o en riesgo de ser marginados/as.
El desarrollo de escuelas inclusivas, que acojan a todos los y las estudiantes, sin ningún tipo de discriminación, y favorezcan su plena participación, desarrollo y aprendizaje, es una poderosa herramienta para mejorar la calidad de la educación y avanzar hacia sociedades más justas, equitativas y cohesionadas.
Lograr la igualdad educativa y superar todo tipo de discriminación en educación es una de las prioridades de la cooperación de la OEI, siguiendo los Objetivos del Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030. Así, se apunta a avanzar en la atención educativa a la diversidad del alumnado y a los colectivos con mayor riesgo de exclusión; niños y niñas migrantes, de pueblos originarios y afrodescendientes, con necesidades educativas especiales, mujeres y aquellos/as que viven en contextos de pobreza.
De acuerdo a lo establecido en la Ley de Inclusión, el Ministerio de Educación en Chile señala que es deseable que las estrategias de inclusión formen parte de la planificación institucional, a través de su expresión en los Proyectos Educativos Institucionales, Planes de Mejoramiento Educativo, Reglamentos Internos, y en los protocolos y estrategias institucionales, así como en sus planes de Jornada Escolar Completa.
Conversemos sobre inclusión, ¿Cómo consideramos la inclusión escolar en nuestros Proyectos Educativos? ¿Qué desafíos nos presenta? Cuéntanos tu opinión en los comentarios del blog.
Tremendo desafío, que no puede quedarse en el slogan tan usado de “escuelas inclusiva”, esta tiene muchas caras, la inclusión social, de género, de etnias, de capacidades diversas…. es decir asumir las múltiples facetas de lo que es nuestra sociedad, diversa, rica, formada por distintas tradiciones culturales e historias y sobre todo realidades…..no podemos seguir mirando Chile, desde una mirada hegemonizadora y hegegemónica… que aunque no lo declare, excluye y violenta. El dec 67, es un paso interesante y oportuno en términos de evaluación, el fin a la selección también lo es, pero nada de esto opera si no ponemos prioridad al acompañamiento de educadores y educadoras, son ellos quienes despliegan en cada aula o espacio de aprendizaje una forma innovadora y difirenciada de aprender y enseñar, pero esto requiere mucho más esfuerzo: formación y acompañaiento de equipos, mayor dotación profesional (equipos interdisciplinarios) tiempos de preparación y planificación dedicados a esta diferenciación….. no basta con el slogan, no hay varita mágica sin invertir y apoyar a nuestros educadores!!
La “escuela inclusiva” debe ser mucho más que un slogan, el proceso educativo debe incluir en nuestras aulas la diversidad que de hecho está presente en nuestra sociedad: nuestra riqueza en la diversidad de capacidades, de historias, de etnias, de género, de contextos de vida…..la necesaria diversidad que nos enseñe a crecer que no somos personas homogéneas, que la democracia se sustenta en la empatía y en el reconocimiento del otro como un otro significativo. Ya el Dec. 67 y la reforma a la ley General de Educación y su compromiso con el fin a la selección, han sido pasos significativos. Pero esto sólo quedará en la esfera de la política educativa, si no se traspasa con recursos directos a las yu los educadores en su trabajo en aula (formación de equipos profesionales interdisciplinarios, acompañamiento y formación en nuevas estrategias de enseñanza y aprendizaje, tiempos efectivos de planificación y estudio) son cuestiones que están al debe, para que este justo y necesario cambio, no sea solo un slogan.