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Jóvenes identifican calidad de la educación como el principal tema a impulsar en políticas públicas para su generación.

Jóvenes identifican calidad de la educación como el principal tema a impulsar en políticas públicas para su generación.

Jóvenes identifican calidad de la educación como el principal tema a impulsar en políticas públicas para su generación.

De acuerdo al estudio realizado por Injuv e Ipsos, el problema que más les afecta es el acceso a la educación superior. El dato resulta “clave” para “enriquecer el debate que se nos viene con el proceso constituyente”, aseguró la directora nacional de Injuv.

Para un 20% de los jóvenes, el principal problema que afecta a su grupo etario es el acceso a la educación superior. La preocupación alcanza niveles similares para los que tienen entre 15 a 19 años (20%), los que tienen entre 20 y 24 (20%) y los que tienen entre 25 y 29 (21%). El dato también es similar si se analiza por sexos, aunque es un poco más alto para mujeres (23%) que para hombres (18%). Se trata de uno de los resultados que arroja el “Sondeo Estado y juventud” realizado por el Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y la encuestadora Ipsos, que reunió la opinión de 900 jóvenes de entre 18 a 29 años, residentes en todas las regiones del país.

Si bien el estudio mostró que una calidad “mala o deficiente” de la educación básica o media y que la inestabilidad laboral o el desempleo también son problemáticas que los afectan, siendo nombradas por un 8% y un 7% de los jóvenes encuestados respectivamente, el acceso a la educación superior se eleva como la primera preocupación por un amplio margen de 12 puntos porcentuales.

Por lo mismo, no es de extrañar que señalen que la “calidad de la educación” debería ser “el principal tema a impulsar en políticas públicas sobre juventud por parte del Estado”, una idea que encuentra 28% de respaldo en el estudio. Le siguen la salud mental (15%) y las oportunidades laborales y sueldo (13%). También destacan educación cívica y política (6%), fomento de la participación juvenil (5%) y acceso a la educación (4%). La visión sobre la salud mental para este grupo es particularmente preocupante: un 71% de las y los jóvenes la evalúa negativamente para su rango etario, mientras solo un 8% le otorga una calificación positiva. La idea de priorizar la salud mental en las políticas públicas encuentra mayor adhesión entre mujeres (19%) que entre hombres (12%). Datos previos a la redacción de la Carta Magna Los resultados del estudio elaborado en diciembre de 2020 fueron liberados ad portas de la votación de este fin de semana, donde se elegirá a los representantes para escribir la nueva Constitución. Una de las metas que se ha propuesto el Gobierno es que la participación de las votaciones supere la del Plebiscito de octubre, instancia donde se sumaron más de un millón de electores, en su mayoría jóvenes de áreas urbanas.

“Este sondeo genera insumos para avanzar en, por ejemplo, políticas públicas, pero también para enriquecer el debate que se nos viene con el proceso constituyente, toda vez que nos plantea dos grandes desafíos: ¿Cómo vamos a hacernos cargo de las necesidades de las juventudes de aquí al largo plazo? ¿Y cómo abordaremos su llamado por tener mayores espacios de participación?”, plantea la directora nacional de Injuv, Renata Santander. “Hoy atravesamos una crisis de representatividad que hace más sentido desde la vereda de las y los jóvenes: el promedio de edad de las y los representantes del Senado es de 56 años, en la Cámara de Diputados es de 47, en las alcaldías es de 51 y en las candidaturas del proceso constituyente es de 44”, añadió. Para Santander, conocer estos datos sirve “tanto para centrar el debate constituyente en propuestas como para tener presente que no podemos pasar por alto temas como la salud mental, el acceso al mundo laboral y las desigualdades en general que aquejan a este gran grupo de la población”.

Fuente: Emol.com – https://www.emol.com/noticias