“CUANDO REGRESEMOS A CLASES TENDRÁ PRIORIDAD LA PARTE EMOCIONAL”
Vladimiro Aranguiz, docente de liceos con modalidad para jóvenes y adultos: “CUANDO REGRESEMOS A CLASES TENDRÁ PRIORIDAD LA PARTE EMOCIONAL”
Las consecuencias y repercusiones para los estudiantes debido al confinamiento producido por la pandemia del Covid-19, afectan directamente a todo el ámbito estudiantil, del cual los liceos para jóvenes y adultos no están ajenos. Y en el actual escenario, lleno de inseguridades y pocas certezas, ha sido necesario rediseñar la propuesta educativa.
Vladimiro Aranguiz es profesor de historia con más de 33 años de experiencia en la modalidad de Enseñanza para Jóvenes y Adultos (EPJA) y actualmente es jefe de UTP del Liceo de Machalí y del Liceo Francisco Tello González de Rancagua, ambos establecimientos trabajan con la modalidad enfocada en jóvenes y adultos.
“Es una modalidad muy especial, donde se debe cumplir cierto perfil para trabajar con nuestros estudiantes, ya que son personas que requieren de mucho afecto”, señala Vladimiro y agrega que “estos estudiantes son personas que han pasado por distintos fracasos y uno apunta a que la decisión de retomar el camino de la educación sea duradero y no se vuelva atrás”.
¿Cuál es el contexto educativo actual?
Nuestro Liceo Francisco Tello tiene 76 años de existencia y en la actualidad tenemos 706 estudiantes matriculados, de los cuales 135 aproximadamente son personas migrantes, principalmente ciudadanos haitianos, entonces es un trabajo cada día más desafiante en función de la necesidad de la persona que requiere educación. Buscamos contemplar todas las variables que indica este proceso, por lo tanto tenemos distinto personal y hemos avanzado desde un momento en que no había nada hasta ahora, en que contamos con mucho personal de apoyo.
¿Cómo cuáles por ejemplo?
El sostenedor es la Corporación Municipal, tenemos dupla psicosocial, trabajadora social y distintos apoyos, incluso contamos con un traductor, para los ciudadanos haitianos, que trabaja directamente con los profesores. Nuestros estudiantes van desde los 15 años y hasta el año pasado la persona con más edad, tenía 76 años, por lo que podríamos señalar que las conductas de entrada en relación a sus expectativas son muy variadas.
¿Cómo han enfrentado el actual contexto en esta modalidad educativa y cómo han llevado a cabo los procesos?
Hemos pasado por varias etapas. Nuestros profesores estaban acostumbrados a trabajar con el estudiante directamente, entonces la primera indicación que consensuamos fue la elaboración de guías de autoaprendizaje y junto con ello entregamos los textos que nos envían del Ministerio. Luego hicimos un trabajo variado y hemos incorporado procedimientos de clases, entonces las guías son como una clase en donde a los docentes les pedimos trabajar con un inicio, desarrollo y cierre, con una explicación muy precisa de lo que los estudiantes deberán hacer, contemplando que no tienen al docente de forma presencial.
¿Cómo ha sido la retroalimentación con los estudiantes?
Viendo lo que era el retorno de esa información, incorporamos una tercera etapa a finales de abril, donde se le entregaban pequeñas cápsulas explicativas de lo que correspondía a las guías de trabajo. Además, la Corporación Municipal tiene una plataforma que se llama Cormun Estudia, y en esa plataforma se incorpora todo ese material para que los estudiantes puedan descargar y hacer consultas. Ahora estamos en una cuarta etapa, donde estamos viendo todo lo que es reglamentación y también hemos establecido modalidades de retroalimentación. Inicialmente teníamos un reporte de un 24% en el primer control de cuántos estudiantes de los 700 estaban reaccionando a la actividad. En la actualidad, ese reporte está cercano al 60%, entonces cada día estamos implementando nuevas acciones para que eso nos dé resultados, porque es difícil el retorno.
¿Qué ocurre con los estudiantes que no tienen acceso a internet?
En esos casos, estamos entregando personalmente material escrito y tenemos un calendario de trabajo en donde los profesores van atendiendo consultas específicas de algunos estudiantes. Tenemos también programas de integración, al que se van incorporando cada vez más personas a una atención semipresencial. Además, tenemos turnos de mañana, tarde y noche, donde muchos estudiantes traen sus tareas desarrolladas en papel y estamos atendiéndolos. Todo esto, ya que tenemos un porcentaje de casi el 50% de estudiantes que no tienen acceso a internet.
¿Cómo ha sido este proceso de aprendizaje docente y las prioridades curriculares para plantear actividades de aprendizajes?
Desarrollamos un estudio respecto a los mismos programas y se hizo una selección del material con el que se confeccionan las guías. Nosotros le habíamos pedido anteriormente a los docentes una selección de los objetivos fundamentales del marco curricular y ha sido un proceso de aprendizaje para todos. Hemos tenido apoyo entre los docentes que son más jóvenes y que tienen más capacidades. Junto a los coordinadores técnicos revisan las guías, están atentos a la plataforma y a que semanalmente se esté subiendo el material que corresponde.
¿Qué creen que es lo más significativo de trabajar con los estudiantes en este contexto?
Tenemos un proyecto lector que es una parte del trabajo, pero hay un trabajo bastante amplio en cuanto al factor de contención socioemocional, teniendo a los especialistas para ello. Más que esa parte académica que sabemos que es importante, estamos prefiriendo la otra parte, en el sentido que cada día nuestros estudiantes requieren más ese apoyo y ellos mismos lo manifiestan así. Nos importa más la parte de la emoción, que vayan uniendo tanto el trabajo que le entregamos con lo que es la gestión que está haciendo el equipo de convivencia escolar.
¿Cómo avizoran un posible retorno presencial?
La Corporación Municipal ha trabajado el posible retorno seguro cuando estén las condiciones para hacerlo. Nosotros sabemos que tenemos que iniciar un proceso de clases presenciales donde el principal objetivo será la contención a la llegada del estudiante, de manera que debemos recibirlos con una acogida afectiva. Va a existir una parte académica y una parte fundamental del área de la orientación, de la convivencia, de la afectividad, de establecer nuevos lazos, ya que los tuvimos este año solo 7 días antes de vernos afectados por la pandemia. Lo que generalmente nos ocupa un mes, debemos retomarlo, con estudiantes que se han matriculado incluso durante el proceso de confinamiento. Deberemos volver a reconocer al estudiantado, en donde tendrá prioridad la parte emocional sin lugar a dudas.